Decenas de desmayos durante la proyección de 'Lo imposible'
“Lo imposible es no marearse”, asegura una madre mareada después de
abandonar la sala de cine donde se proyectaba la película Lo imposible,
que ha arrasado en taquilla durante el fin de semana. Vómitos, desmayos e
incluso convulsiones se han reproducido por toda la geografía española
desde su estreno el pasado jueves, teniendo que interrumpirse el pase de
la cinta ante el revuelo de centenares de espectadores.
“Mi marido empezó a tener espasmos y se levantó para ir al baño, cuando
llegó a las escaleras tuvo que agarrarse a una butaca porque estaba a
punto de perder el conocimiento y acabó desplomándose en el suelo”,
relata Carmen de Barcelona. Acabaron en una ambulancia yendo a
Viladecans donde le trasladaron a un centro hospitalario. Allí le
diagnosticaron una lipotimia aunque la doctora que lo atendió, al
enterarse de los síntomas, exclamó: “Otro que viene del tsunami de las
narices”.
Los casos se han ido repitiendo por todo el país. En Ourense efectivos
del 061 tuvieron que atender el vienes noche a un espectador que perdió
el conocimiento durante la película. Igualmente en San Sebastián se
produjeron mareos y desmayos durante la premiere del largometraje. En
Fuengirola, la noche del sábado otro hombre necesitó una ambulancia al
sufrir un ataque de pánico, así como en Madrid se han contabilizado más
de una docena de casos de personas desvanecidas o con crisis de
ansiedad.
Felisa, de Aguilar de Campó, también vivió de cerca una situación
similar: “empezaron a gritar: ¡un médico! porque una señora se había
desmayado y se la tuvieron que llevan en ambulancia”. Elena de Madrid
narra como dos chicas jóvenes que estaban sentadas delante le empezaron a
solicitar ayuda porque una de ellas “se quedó como ida y no respondía
ni a lo que le preguntábamos, y al salir de la sala empezó a
convulsionar la cabeza y se la llevaron al hospital”. Y así, decenas de
casos en Mataró, Badalona, Tenerife, Jaen, Bilbao, Valladolid o Valencia
entre otras ciudades.
En las redes sociales ya hay incluso foros que ponen en común las
efectos de Lo imposible sobre los espectadores. Uno de los internautas
aseguraba que “me daban calores y ganas de vomitar, y a los demás de la
sala igual”. Un operador de los Cinesa Los Barrios en Cádiz también
confirmaba que diversas personas tuvieron que abandonar la sala para
salir a vomitar, mientras que otro espectador de Santander confirmaba
que tuvo que abandonar la sala por una “especie de lipotimia”.
Teorías para todos los gustos
Un defecto en la copia distribuida por la productora que se proyecta en
formato digital; un uso de fotogramas superior al estándar; los cambios
de planos en movimiento constante; la combinación de colores y sonidos;
los impactos de luz e incluso una posible inserción de imágenes
subliminales son algunas de las teorías que se manejan, aunque ninguna
de ellas es concluyente.
Laura Rojas Marcos, psicóloga clínica, asegura que la causa “más
probable” tiene que ver con el estado anímico de los afectados. “Todas
estas personas pueden estar sufriendo una somatización provocada por la
angustia de algunas escenas”, asegura la experta, “ya que se puede crear
un efecto de estrés post-traumático a nivel auditivo y visual”. El
efecto se ve incrementado por una “sobre empatía” al estar
sensorialmente concentrados en lo que sucede en la gran pantalla.
Por el momento el efecto se ha repetido, aunque de forma menos notable,
en algunos cines de Estados Unidos y Canadá. Rojas Marcos recomienda a
las personas que vayan a ver ésta o cualquier otra película, que “ante
el mínimo malestar abandonen la sala”, porque los efectos de un impacto
emocional similar puede durar durante días “alterando incluso al sueño”
No hay comentarios:
Publicar un comentario