Un total de 222 piezas componen la exposición 'Celosías. Arte y piedad en los conventos de Castilla-La Mancha durante el siglo de El Quijote (1530-1650)' que se inauguró hoy en el Museo de Santa Cruz de Toledo y que permanecerá abierta al público hasta el 30 de julio. Durante el acto, el cardenal arzobispo de Toledo, monseñor
Antonio Cañizares, ensalzó la "soledad sonora" de los conventos, mientras que el presidente regional, José María Barreda, recalcó que la Historia sería "incomprensible" sin sus claves religiosas.
Numerosas personalidades de toda la región se dieron cita en la inauguración de esta nueva muestra, que forma parte del programa de grandes exposiciones organizado por la Junta de Castilla-la Mancha, a través de la Empresa Pública Don Quijote 2005, para conmemorar el IV Centenario de la publicación de la obra cervantina.
Más de 200 piezas entre pintura, escultura, orfebrería, textiles, libros devocionales, mobiliario y reconstrucciones 'virtuales' de lo que pudieron ser algunos de los grandes retablos que la Contrarreforma desarrolló como parte de la pedagogía monástica, integran esta exposición comisariada por Palma Martínez-Burgos García, doctora en Historia del Arte, y profesora titular de la Universidad de castilla-La Mancha.
La mayor parte de las piezas procede de conventos, pero también se han localizado aquellas de singular valor que fueron vendidas y que hoy se hallan en instituciones públicas y privadas.
Así, desde hoy y hasta el próximo 30 de julio el público podrá admirar esta nutrida representación del patrimonio conventual castellano-manchego, y descubrir numerosas obras, desconocidas hasta el momento, pertenecientes al legado del Siglo de Oro español, mediante un discurso expositivo estructurado en cinco secciones: las órdenes religiosas en Castilla-La Mancha; los retablos: sermones pintados; el mecenazgo: capillas, oratorios y espacios funerarios; las 'pietas' privadas; y el ajuar conventual.
Además, con esta muestra, se ha llevado a cabo la recuperación de aproximadamente una tercera parte del total de las obras expuestas. Un total de 70 piezas que han sido intervenidas sobre todo en el Centro de Restauración de Castilla-La Mancha y también en el propio Museo de Santa Cruz.
"SALDAR UNA DEUDA"
Según manifestó la propia comisaria de la exposición, 'Celosías' es un proyecto que nace del deseo de dar a conocer lo que fue la vida conventual en el Siglo de Oro español, sirviendo El Quijote de marco cronológico y cultural. En palabras de Martínez-Burgos la muestra es una ocasión de "saldar una deuda de la región con su patrimonio conventual" con el objetivo de "reconocer" en Castilla-La Mancha todo aquello que otras comunidades autónomas ya han puesto en valor.
Es más, recordó que es la primera vez que se sistematiza el patrimonio conventual de las cinco provincias castellano-manchegas, una labor que no olvidó agradecer a los 51 conventos que han cedido obras para la muestra, así como a 11 museos estatales, regionales y privados. También hizo referencia a la participación desinteresada de la Biblioteca regional de Castilla-La Mancha, del Archivo Histórico Nacional, y de coleccionistas privados.
Por su parte, el cardenal Cañizares dio su aplauso particular a la exposición, "espléndidamente dirigida", y a la que ensalzó como "memoria y expresión de la Historia", y como un "reconocimiento a la soledad sonora" de los claustros "de los que es tan rica" Castilla-La Mancha.
Dijo agradecer "de corazón" que se haya puesto en marcha una exposición que muestre la "riqueza de dentro de los conventos", los cuales, además, tuvieron en el siglo XVI un "cenit de esplendor y vitalidad". Agregó, a modo de ejemplo, que en España se encuentran dos tercios de los conventos de vida contemplativa de todo el mundo, y recordó que muchas de las piezas de la exposición se utilizaban para orar o suponen la "memoria de sus fundadores" y "la consagración a Dios y signo de su presencia en el mundo".
Animó así a ser "contemplativos ante la obra de nuestro patrimonio" y a visitar la muestra "con sosiego", dedicando un agradecimiento especial a las grandes obras de las órdenes contemplativas y mendicantes, como el "mejor patrimonio de la humanidad", sobre todo en momentos como el actual donde "más necesitamos de humanidad y verdad".
INVESTIGACIÓN E HISTORIA.
Finalmente, José María Barreda suscribió las palabras del cardenal, y auguró que 'Celosías' será una contribución fundamental al arte conventual durante la etapa del Quijote, al tiempo que valoró el "enorme trabajo de investigación y el esfuerzo historiográfico" que ha supuesto la misma.
En este sentido, el presidente de Castilla-La Mancha elogió el catálogo de la muestra y las restauraciones realizadas como "huella indeleble" que quedará en los espectadores, y felicitó a la Empresa Pública Don Quijote 2005 por cumplir el compromiso de llevar el IV Centenario de la obra de Cervantes "más allá" de 2005, ya que su "espíritu continúa".
También dedicó halagos a la labor realizada por el Comité Científico en esta exposición, recalcando que "es muy importante para la sociedad que Castilla-La Mancha disponga de una Universidad con grupos de investigación capaces de trabajar por la región y por España".
Unido a esto, Barreda indicó que la Historia "común e integral" de los hombres y la del arte resultaría "incomprensible" si "ignoráramos sus claves religiosas". "No podríamos entender el arte sin la iconografía religiosa, ya que todos los iconos serían incomprensibles si no conociéramos la Historia Sagrada, los evangelios y la Iglesia Católica", aseveró.
Por último, el presidente de Castilla-La Mancha se refirió a "lo difícil que ha sido convivir" en España en etapas anteriores, por lo que subrayó que conviene "utilizar la memoria como maestra de la vida" para evitar errores que lleven a enfrentamientos "cainitas y fratricidas". A su juicio, no puede haber un "futuro vivo" con un "pasado muerto" y animó a conocer el pasado, mediante exposiciones como 'Celosías', para la "construcción de la convivencia y de un mundo mejor".
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