20130903

Historias para no dormir, o para los que no duermen

Historias para no dormir, o para los que no duermen

5:21 de la mañana y con los ojos como platos. Contaré una de esas historias vitales de hombre de mundo, modelo de los que quieren vivir al límite como el Bultó, pero sin hacerse daño.

Hace unos días vi una mantis en una farola. Es de color marrón y allí estaba agazapada en medio de la city. Pensé que se había escapado de alguna casa, porque, aunque hace 50 años todo aquello era campo, ahora estaba lleno de tochos a 1 km a la redonda.

Como cerca había un Schlecker miré si vendían una cajita o algo y sí, efectivamente. Vendían una mierdacajita blanca por dos euros. La compré y me fui otra vez a la farola. Allí estaba esperándome. La puse en la caja y me la llevé a casa.

El caso es que tengo una pecera pequeña que no utilizo de nada, y como el aburrimiento es muy malo y el foro no da pa más, compré tierra de jardín, busqué unas ramas y le hice una especie de terrario que no me ha quedado nada mal.

El problema es la comida. Estos bichos comen otros bichos vivos, así que me fui a un jardiland y pregunté bichos para mantis. Tenían grillos. A los grillos les tengo cariño y no quería dárselos de comer a la mantis y menos pequeñitos, sin crecer. Así que le dije a la dependienta si tenían grillos más grandes, a lo que me dijo que sí.

Me dio una caja por 3.45 euros y me fui con mis grillos cantarines al terrario. Como los grillos me lo dieron con un cartón de huevos, puse todo en el terrario, cartón incluido, con lo cual le servía de refugio a los grillos. Así los grillos inteligentes se salvarían. Tenían una oportunidad de salvarse!!.


Pues no van los grillos gilipollas y lo primero que hacen es saludar a la mantis?. todos allí en plan: eoooo quién eres tú?. Se le subían encima y todo!!.

Y claro, la mantis pensó: aquí me voy a poner las botas!!. Y se puso a comer grillos. Los pillaba por la cabeza y ale, a comer.

Así estuvo un par de días felices y los grillos gilipollas ni caso. Se refugiaban, pero luego salían a saludar a la mantis. Iban hacia ella como los mosquitos a la luz. La mantis, la muy burra era como un comedor compulsivo y no paraba de comer grillos. Tenía un buche tres veces más grande de lo normal, hasta que ayer la tía, estaba tan gorda que no se podía subir a una rama. Ha pillado tal empacho de grillos que la veo tirada boca abajo sin poder moverse. Le tiré un poco de agua a ver si revivía, incluso pensé en darle bicarbonato o almax con el agua para el empacho, pero decidí que con el agua había bastante.

No ha podido ser. Se ha muerto por empacho de grillos. Los grillos vivos pasan por encima de ella con el clásico cri cri cri. A su rollo. Como no paran de follar ponen huevos y creo que pronto tendré grillitos. En Japón los ponen en jaulas para que canten y dan buena suerte tener uno, como aquí ver cigüeñas.

El caso es que quería un terrario de mantis y he acabado teniendo grillos. Los caminos del Señor son inescrutables y tal.

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